
El colegio de Bilbao condenado por un caso de ‘bullying’ decide no recurrir la sentencia.
En un caso alarmante de negligencia escolar, el Colegio Hijas de la Caridad Nuestra Señora de Begoña, ubicado en Santutxu, Bilbao, ha sido condenado a indemnizar con 40.000 euros a los padres de una alumna de cinco años. La menor fue víctima de acoso continuado durante el curso escolar 2021-2022 por parte de otra estudiante un año mayor que ella. La institución decidió no apelar la decisión judicial, lo que convierte la sentencia en definitiva. La compensación económica incluye tanto la suma inicial como los intereses y las costas procesales acumuladas durante el litigio.
IMPORTANCIA DEL DERECHO CIVIL EN EL CASO
En un contexto relevante para el derecho civil, el veredicto establece un precedente significativo en cuanto a la responsabilidad de las instituciones educativas en proteger a sus estudiantes. Los incidentes incluyeron agresiones físicas, robos de comida y ataques perturbadores como desvestir a la víctima e introducir objetos en su cuerpo en el baño del colegio. Estos actos continuaron durante varios meses, con un impacto devastador en la salud psicológica y física de la niña, quien experimentó pérdida del habla, retraimiento social, insomnio y un severo estrés postraumático.
ASPECTOS DESTACADOS DE LA SENTENCIA Y SU EJECUCIÓN
El fallo judicial subraya la falta de medidas efectivas por parte del colegio para detener el acoso, pese a las repetidas advertencias de los padres de la niña. El magistrado argumentó que el colegio falló en su obligación de actuar con diligencia y precaución, condiciones esenciales en su rol como custodio de los menores durante el horario escolar.
IMPACTO Y REPERCUSIONES DEL FALLO
El caso no solo ha culminado en una compensación económica, sino que también ha reforzado la importancia de cumplir con los protocolos estipulados para la protección infantil en contextos educativos. Asimismo, ha dado un nuevo impulso al proceso de recuperación de la menor, ahora inscrita en otro centro, quien muestra una mejora significativa en su condición psicológica tras recibir el apoyo terapéutico adecuado.
Este caso plantea interrogantes críticos sobre las políticas y prácticas actuales en los centros educativos, apuntando hacia una necesidad urgente de revisión y fortalecimiento de las estrategias de intervención y prevención en situaciones de bullying y abuso. Así, el fallo no solo atribuye responsabilidades sino que también llama a una reflexión profunda sobre cómo las instituciones educativas deben garantizar un ambiente seguro y propicio para el desarrollo saludable de todos los estudiantes.
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