Indemnizan a los familiares de una paciente con cáncer que falleció en el hospital tras prohibirles visitarla

En el ámbito de las noticias jurídicas, un reciente fallo ha puesto de manifiesto la relevancia del apoyo emocional y los derechos de los pacientes y sus familiares dentro de los entornos hospitalarios. Específicamente, el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Vigo ha ordenado la indemnización a los familiares de una mujer, paciente de cáncer terminal, que falleció en el hospital sin poder ser acompañada por sus seres queridos debido a restricciones impuestas durante su ingreso hospitalario por haber dado positivo a COVID-19.

INDMNIZACIÓN POR DAÑOS MORALES

El fallo judicial ha establecido que a los hijos y al marido de la fallecida se les debe pagar un total de 16.000 euros como compensación por los daños morales sufridos. Este caso destaca la dificultad a la que se enfrentaron los familiares, quienes reclamaron reiteradamente la posibilidad de estar al lado de su ser querido en sus últimos días, petición que fue denegada hasta los momentos finales de la vida de la paciente.

ANÁLISIS DE LOS PROTOCOLOS

La jueza encargada del caso consideró que, aunque inicialmente no era posible el acompañamiento desde el ingreso de la paciente, sí había indicios claros desde el 25 de enero de 2022 de que la paciente estaba en sus últimos días. Esto marcó una falta de cumplimiento de los protocolos existentes que permitían el acompañamiento de pacientes terminales con COVID-19, lo cual debía haber permitido la visita de los familiares antes del 29 de enero, fecha desde la cual finalmente se les permitió el acceso.

IMPORTANCIA DEL BIENESTAR EMOCIONAL

De acuerdo a la magistrada, los protocolos vigentes en ese momento en la comunidad de Galicia imponían restricciones basadas en la prevención del contagio del virus, pero estos debían ser ajustados a la situación particular de los pacientes terminales. En la sentencia, se recalca la importancia de priorizar el bienestar emocional y psicológico de los pacientes y sus familiares, especialmente en situaciones de gravedad.

CONCLUSIÓN DEL CASO

Además, la jueza hizo énfasis en que la situación de emergencia sanitaria en enero de 2022 no justificaba ya restricciones tan severas, y que los protocolos deberían haber sido más flexibles dadas las circunstancias menos críticas de la pandemia en ese momento.

Este caso no solo subraya la necesidad de un balance adecuado entre las medidas de salud pública y los derechos individuales, sino que también refleja cómo las decisiones administrativas en el contexto hospitalario deben siempre considerar la dignidad y los derechos fundamentales de los pacientes y sus familias.